2010-08-10

In Memoriam

Perdemos a un onironauta, es siempre una noticia fuerte. Dentro de la población mundial existe algún porcentaje de personas que dentro de nuestras actividades esta soñar, parafraseando Waking Life, soñamos con nuestras manos con nuestras mentes con nuestro corazón. La razón de porqué lo hacemos varía desde lo más místico y misterioso hasta el lado práctico de solo explorar, conocer nuevos lugares. Es cierto, en el mundo hace falta gente que sueñe, que tenga conciencia de lo que hace y dónde está, que sea humano y que otorgue dignidad a quien la necesita. Soñando, el tiempo no siempre es lineal y hacemos un esfuerzo por acomodarlo, soñando rara vez hay un final, son solo situaciones, lugares, experiencias. Con Leo viví y soñé mucho, platiqué de las posibilidades oníricas y de lo divertido que es explorarlas, de aventuras, de playas, fogatas y fiestas, de mujeres guapas e inteligentes, de amigos, de hermanos, de situaciones donde ese sentimiento fraternal lo compartíamos todos y caray, como reímos, porque reímos mucho, todos. Nos deja un onironauta, si es que hay conciencia después de morir él ya lo descubrió, si es como en los sueños que el tiempo no funciona como lo percibimos en vigilia entonces no ha muerto como tal, seguimos ahora platicando en todas esas fiestas y playas y gritos y risas. Como siempre.

Leo, por lo menos en vigilia te echaremos de menos, espero aún encontrarte en algún sueño olvidado para platicar una vez más.

1 comentario:

ap. dijo...

Como diría el buen Sabines, el corazón del hombre, sueña y no descansa.
No tiene casa sobre el mundo.
Es solo.
Se apoya en Dios o cae sobre la muerte
pero no descansa.

Me gustó mucho este post. La vigilia es finita, oniria no.